Este es el título de un artículo que muestra la gran amistad que existía entre los patriotas Eloy Alfaro, ecuatoriano, y los cubanos José Martí y Antonio Maceo. La visita que nos hace el presidente ecuatoriano Rafael Correa me motivó a publicar este trabajo de Luis Hernández.
Regino Sánchez Landrián, especialista del Museo Fragua Martiana de La Habana, habría encontrado la causa de la temprana gratitud que sintió el patriota ecuatoriano Eloy Alfaro Delgado por sus amigos Martí y Maceo, por la independencia de Cuba y el hecho que en sus dos períodos consecutivos como Presidente ayudara al movimiento revolucionario de Cuba y de América Latina. cuenta una historia singular y poco explorada de la relación entre estos próceres de la independencia latinoamericana. El prócer de Ecuador Eloy Alfaro Delgado habría sentido una particular inclinación hacia nuestra patria desde que conoció la historia del joven ecuatoriano-cubano Abdón Calderón de Garaycoa, al que Sucre, el Mariscal de Ayacucho, rindió póster tributo por su heroísmo.
Influyeron mucho en Alfaro, de niño, las narraciones épicas que le contara su madre, María Natividad Delgado, en las noches Montecristenses, en la provincia de Manabí, su región natal.
«Un habanero ilustre, Francisco Calderón, emigró a Ecuador en 1780 y tuvo que ver después con aquel primer grito emancipador del 10 de agosto de 1809 en Latinoamérica. El hecho despertó en Eloy Alfaro sentimientos de admiración y gratitud que se incrementaron al saber que ese cubano era el padre del abanderado de la histórica Batalla de Pichincha: Abdón Calderón de Garaycoa».
Efectivamente, el Coronel Francisco Calderón, nacido en Pinar del Río, Cuba, en 1768, comandó los ejércitos patriotas de la Presidencia de Quito y derrotado fue fusilado por los españoles realistas el 3 de diciembre de 1812 en Ibarra. Fue padre del prócer Abdón Calderón y de Baltazara Calderon Garaycoa , esposa de Vicente Rocafuerte.
Sánchez Landrián revela que Abdón nació en Cuenca, Ecuador, el 31 de mayo de 1804 y que murió el 25 de mayo de 1822, un día después de la batalla que condujo el mismo Sucre.«Aquel joven cayó siendo oficial del Batallón de Yaguachi, perteneciente a las tropas del referido Mariscal. Con 17 años, escaló las faldas del Pichincha con el estandarte de la emancipación en sus manos, y cuando sintió la metralla enemiga en su pecho, les gritó a sus compañeros que siguieran avanzando con él para conquistar la cima del monte, fuerte plaza de los españoles y realistas».
Sucre enseguida dictó disposiciones oficiales como homenaje póstumo al temerario joven con genes de cubano y ecuatoriano.«Para honrar debidamente la memoria de Abdón Calderón de Garaycoa, no se nombrará otro Capitán a la Primera Compañía del Batallón de Yaguachi. En lo sucesivo pasará revista el expresado Calderón como si estuviese vivo; y cuando en las de Comisario sea llamado por su nombre, toda la Compañía responderá: “Murió gloriosamente en Pichincha; pero vive en nuestros corazones”. A la madre de Calderón (Manuela de Garaycoa y Llaguno) se le pagará mensualmente el mismo sueldo de que hubiera disfrutado su hijo en la clase de Capitán, a que fue ascendido después de su muerte por su extraordinario valor. Mariscal Antonio José de Sucre».
Nuestro entrevistado, licenciado en Historia en 2003 en la Universidad de La Habana, participó en el concurso ¿Qué sabe usted sobre Eloy Alfaro?, auspiciado por la Embajada de Ecuador en La Habana, la Oficina del Programa Martiano y el Comité Eloy Alfaro de Centro Habana, y obtuvo Primera Mención con su trabajo: Alfaro, en una vida, la historia de Ecuador.
«Lo primero que hallé fue la singular y poco explorada relación entre Alfaro y Martí. En la página 77 del libro “De Paula 41 al Museo Casa Natal José Martí” de Mary Nieves Díaz Méndez, publicado en La Habana por la editorial Letras Cubanas en 1988, se dice: «Jipijapa legítimo obsequio del prócer ecuatoriano Eloy Alfaro a José Martí, como motivo del homenaje que le fuera ofrecido al Maestro por un grupo de amigos latinoamericanos, como el propio Alfaro, el colombiano José María Vargas Vila, el venezolano Juan Pérez Bonalde, el peruano Patricio Jimeno y otros en el afamado restaurante Delmónico, de Nueva York, en 1894». Aclara Regino que ahí al menos hay una imprecisión. El onomástico 41 del Apóstol ese año 1894 no se celebró allí, sino en la casa de huéspedes de Carmen Miyares, sita en 57 Street, entre 8va. y 9na. avenidas, Nueva York. «Por otra parte aunque el Maestro celebró su último cumpleaños el 42 en el reservado del restaurante Delmónico, en enero de 1895, los participantes en esa ocasión fueron Gonzalo de Quesada y Aróstegui, Rodolfo Luis Miranda, Ramón Luis Miranda, Gustavo Govín y el propio Martí».
Luis Hernández Serrano
Fuente: Cubarte
Tomado de: El Autonomista
bueno el artículo. Me podrian infomar los apoyos concretos de Eloy a la causa independentista cubana siendo presidente de Ecuador muchas gracias